La mayoría de viajeros asocian las cataratas con Argentina y además la mayor parte de saltos de agua están de ese lado. Para mí, sin embargo, visitar el lado brasileño de las cataratas del Iguazú es muy especial por varios motivos: las vistas, la cercanía a los saltos de agua y la posibilidad de combinarlo con otras actividades. Te cuento aquí todos los detalles.

Cómo llegar a Foz do Iguaçu, la ciudad junto a las cataratas
Si tu ruta es por Brasil y has decidido usar Foz do Iguaçu como punto de partida para ver las cataratas, lo más probable es que llegues en avión desde alguno de los otros grandes aeropuertos brasileños.
Hay opciones desde varias ciudades brasileñas, aunque lo más habitual es volar desde Guarulhos o Congonhas en São Paulo o Galeão en Río de Janeiro. Las aerolíneas más habituales son Latam, Azul o Gol. Te aconsejamos que leas nuestro artículo sobre cómo moverse en avión por Brasil para conocer mejor las opciones.

El aeropuerto está muy bien comunicado con la ciudad gracias a una línea de autobuses que pasa por ahí y para en la central de autobuses de la ciudad. La línea es la 120, que también es la que lleva al Parque Nacional. No es el método más rápido, pero es bastante económico.
Si no te estás alojando en el centro (muchos hoteles están en la Avenida das Cataratas), o si la estación de autobuses te queda a desmano, probablemente te compense más un transfer, un taxi o un uber. Puedes consultar en nuestro artículo sobre alojamiento en Foz do Iguaçu las mejores zonas para hospedarte.
Comprar las entradas para el Parque Nacional
Es posible comprar las entradas con antelación en la página web de turismo del Parque Nacional Iguazú. Recomiendo comprar las entradas con antelación, para evitar colas.
A la hora de escoger el tipo de entrada, tendrás que indicar si eres brasileño o perteneces a un país de Mercosur, o directamente extranjero.
A la hora de comprar la entrada por internet tendrás que elegir en qué horario quieres acceder al parque, ya que las plazas son limitadas. Cuando compras, ya te indica cuántas plazas libres hay en cada horario.

Cuando vayas a adquirir la entrada, tendrás que registrarte en la web para poder hacer el pago. Necesitarás un correo electrónico y crear una contraseña para poder acceder posteriormente. Si quieres ahorrarte todos estos líos, puedes comprarlas directamente aquí.
Existen otro tipo de entradas “especiales”, que incluyen experiencias como visitar las cataratas de Iguazú de noche o al amanecer, hacer pícnic o comer junto a las cataratas. También es posible adquirir entradas con descuento para dos o tres días, aunque un día en el lado brasileño de las cataratas del Iguazú suele ser suficiente para verlas con calma.
Visitar las cataratas de Iguazú en el lado brasileño
Si vienes en autobús, la parada está situada justo delante de la puerta. Hay también aparcamiento para vehículos (de pago), en caso de que vengas conduciendo. Puedes consultar nuestro artículo sobre cómo llegar a las cataratas del Iguazú desde la ciudad para organizar tu traslado. Si prefieres que te traigan y no quieres tener que darle vueltas al tema, también puedes reservar una excursión como esta que te lleve desde tu hotel.
Nada más llegar te encuentras ya en el centro de visitantes, donde se gestiona el acceso al Parque Nacional. Aquí hay también un patio de comidas y baños públicos, dato importante porque una vez dentro solo los hay en la parada del Macuco Safari, en el inicio del Sendero de las Cataratas y en la zona de restauración de Porto Canoas.

En el centro de visitantes se puede comprar también la entrada para el Macuco Safari, aunque también es posible adquirirla online.
Una vez dentro del parque, el transporte interno en autobús desde la entrada hasta el inicio y el fin del recorrido está incluido en el precio, así como el acceso a las pasarelas, los miradores y el ascensor junto a las cataratas.
Autobús panorámico dentro del parque
Para llegar desde el centro de visitantes hasta el Sendero de las Cataratas, donde empiezas de verdad a ver los saltos de agua, hay que tomar un autobús que hace continuamente un recorrido de ida y vuelta que en total tiene unos 12 km de longitud.
La primera vez que fui a Iguazú, todos los autobuses eran panorámicos, tipo autobús turístico, y podías ir viendo el paisaje desde arriba.

La última vez que fui, había tal cantidad de visitantes que los autobuses panorámicos ya no daban para nada y había una ristra de buses normales y corrientes para llevar a los visitantes de un sitio a otro. Algunos turistas dejaban pasar su turno para poder ir en el panorámico y aplaudían si les tocaba, pero mi consejo es que no lo hagas, ya que las vistas solo empiezan cuando llegas a la parada y por el camino no hay mucho que ver.
El autobús se toma en el propio centro de visitantes, una vez hecha la fila correspondiente. Para la vuelta, puedes tomarlo en cualquiera de las paradas del parque, aunque las más concurridas son la del Sendero de las Cataratas (para bajarse), la de Porto Canoas, donde está el Patio de comidas (para tomar el autobús de vuelta) y la del Macuco Safari, a mitad de camino.
Sendero de las Cataratas
Nada más bajarte del autobús llegas ya al primer mirador hacia las cataratas de Iguazú, con vistas hacia el lado argentino. Aquí empieza el Sendero de las Cataratas, donde están las pasarelas con distintos miradores hacia los saltos de agua.

Frente a la parada se encuentra también el Belmond Hotel das Cataratas, el hotel que se encuentra dentro del Parque Nacional.
El Sendero de las Cataratas es un recorrido cortito, de aproximadamente kilómetro y medio, aunque casi podría asegurar que la cantidad de coatíes por metro cuadrado aquí es inversamente proporcional a la longitud del sendero. Por norma general, hay muchísimos.

El sendero discurre por la selva junto al río, hasta llegar a un punto en el que literalmente pasas por encima de él. En este tramo, las cataratas hacen una especie de escalón sobre el terreno y la pasarela avanza por encima, por lo que, si miras a la izquierda, tienes las cataratas al lado, y si miras a la derecha, las tienes debajo. Este salto de agua se conoce como Salto Floriano.
Este es, para mí, uno de los lugares más bonitos y espectaculares de todas las cataratas del Iguazú, tanto del lado brasileño, como del argentino. Según la cantidad de agua que lleve el río, es posible que en esta zona te mojes.

Al final de esta misma pasarela se encuentra el que es, para mí, el mirador con mejores vistas de todo el parque. Desde aquí tienes una vista privilegiada de la Garganta del Diablo, que divide el lado brasileño de las Cataratas del Iguazú del lado argentino. Aquí saqué la primera vez que fui una de mis fotos favoritas, que adorna todavía la pared de mi despacho.

Desde aquí se obtiene también una panorámica espectacular de la continuación del río tras caer por la Garganta del Diablo. También se ve gran parte del lado argentino de las cataratas. De hecho, de vez en cuando es posible ver la barca del Macuco Safari remojándose en algún salto de agua.

Ascensor de las Cataratas
Cuando te canses de estas vistazas, si es que alguna vez te cansas, puedes volver sobre tus pasos y tomar el desvío hacia la zona donde se encuentra el ascensor, muy cerca de los saltos de agua superiores. Es posible que te encuentres una fila terrorífica, así que te aconsejo que subas andando.
Las vistas desde aquí también son una pasada, ya que estás cerquísima del salto de agua. De hecho, aquí suele haber fotógrafos oficiales del parque, por si quieres que te saquen una foto buena y no te importa pagarla.

Una vez aquí se acaba el recorrido junto a las cataratas, aunque en el patio de comidas de Porto Canoas todavía se ve el río desde arriba.
Estación de Porto Canoas
Desde la parte superior de la plataforma del ascensor hasta Porto Canoas hay muy poquito camino a pie. En Porto Canoas se encuentran los restaurantes y puestos de comida. Aquí hay una zona común de mesas y sillas en la que puedes sentarte tras haber comprado lo que quieras.
Hay que tener cuidado si rondan los coatíes, ya que son bastante atrevidos y se suben a las mesas para intentar robarte la merienda. No les des de comer para evitar posibles comportamientos agresivos.

En Porto Canoas se encuentra también la parada de autobús de regreso, por lo que se suele formar bastante fila en horas puntas como el mediodía. A lo mejor te pasa como a mí y te preguntas por qué los autobuses no se van completamente llenos. Pero claro, hace falta reservar sitio para las paradas a medio camino, como el Macuco Safari.
Cuándo ir
Hay que tener en cuenta que los meses de verano en Brasil (invierno en el hemisferio Norte) son también los de la época de lluvias. En noviembre y diciembre es posible que se produzcan precipitaciones que, en caso de ser muy abundantes, impidan acceder a las pasarelas sobre el agua. Si para ti es un imprescindible, tienes que tenerlo en cuenta para organizar las fechas del viaje.
La última vez que fui a las cataratas de Iguazú fue a mediados de noviembre y tuve una experiencia maravillosa, pero sé que dos semanas después cerraron las pasarelas por el riesgo de riada. Hay que tenerlo en cuenta.

A la hora de evitar riadas, pero de gente, es mejor evitar festivos nacionales en Brasil y a ser posible fines de semana. De esta forma tendrás más facilidad de acceso a los autobuses, menos fila y también tendrás una experiencia más tranquila en las pasarelas, sin gente dándote codazos para sacar las mejores fotos.
En cuanto al horario, es mejor ir a primera hora o ya por la tarde, evitando los horarios centrales del día, que es cuando más gente visita. A partir del mediodía la cosa empieza a estar un poco más tranquila, ya que el parque cierra a las 17:30.
Cuánto tiempo hace falta para visitar el lado brasileño de las Cataratas de Iguazú
Si solo vas a hacer el sendero y parar en los miradores, con media jornada tienes tiempo suficiente para disfrutar de las cataratas.
Mi consejo es que dediques el día completo dentro del Parque, que cierra a las 17:30, y aproveches para hacer el Macuco Safari o alguno de los senderos, como el Camino del Pozo Negro, el Sendero Ytepopo o el Camino del Banano, a pie o en bicicleta.
Si te apetece empaparte y echarte unas risas, entonces te recomiendo que hagas el Macuco Safari, porque te meten debajo de uno de los saltos de agua y acabas pingando agua.
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