Uno de los lugares menos conocidos que se puede visitar desde Foz do Iguaçu son los Saltos del Monday, en Paraguay. Estas son las cataratas más famosas del país de al lado y es muy fácil llegar a ellas en una excursión de un día. Te cuento mi experiencia y cómo organizar tu visita.
La mayoría de la gente que visita las Cataratas del Iguazú dedica un día al lado brasileño y otro al lado argentino, y muy pocos dedican un día a visitar Paraguay. Y los que lo hacen, suelen ir de compras, ya que los precios son mucho más bajos y hay gran cantidad de centros comerciales en Ciudad del Este, justo en la frontera. Los Saltos del Monday, o Cataratas del Monday, son los grandes olvidados, y es una auténtica pena, porque son una maravilla.

Cómo llegar a los Saltos del Monday
Los Saltos del Monday se encuentran en Presidente Franco, la ciudad que se sitúa justo al sur de Ciudad del Este. Aquí también se encuentra el Hito de las Tres Fronteras del lado paraguayo.
Para visitar los saltos hay que cruzar la frontera entre Brasil y Paraguay por el Puente de la Amistad, donde se sitúa el control fronterizo que une Foz do Iguaçu con Ciudad del Este. Recuerda llevar tu pasaporte, ya que estás cambiando de país.
Si vas por tu cuenta, por ejemplo en taxi, tendrás que hacer fila en la frontera para pasar los controles. En caso de visitar los Saltos del Monday con una excursión, las propias empresas ya se suelen encargar de todo, por lo que la gestión es más sencilla. En mi caso, ni siquiera me pusieron sello en el pasaporte al cruzar.
Parque turístico de los Saltos del Monday

Los Saltos del Monday están integrados en un conjunto turístico en el que hay zona de recepción, tienda de recuerdos y un pequeño bar junto a las cataratas en el que te puedes tomar algo apreciando el paisaje. Fuera hay también una zona de aparcamiento.
Para acceder al parque hay que abonar una entrada y tiene horario de funcionamiento, aunque es bastante amplio. Por si acaso, puedes consultarlo con antelación aquí.

Tarifas de acceso
El precio, como sucede con muchas de las atracciones de la región, varía según tu procedencia. Los residentes de la ciudad son los que pagan menos, seguidos por los paraguayos de cualquier otro lugar del país. Los extranjeros, como siempre, son los que más van a pagar, con diferencia.
Como los precios pueden variar, aconsejo consultar siempre con antelación, aunque cuando yo fui no eran precios desorbitados. Si vas con una excursión, aconsejo que consultes si la tarifa de entrada está incluida o si solo se incluye el transporte hasta allí.
Qué ver en los Saltos del Monday
Dentro del parque hay un sendero circular que llega hasta la zona de miradores y discurre parcialmente junto a la zona alta del río.

El sendero lleva hasta los miradores en la parte alta de los Saltos del Monday, y después se puede acceder también a la parte baja en un ascensor panorámico con las paredes transparentes, que desciende hasta los pies del salto de agua y permite ver la parte baja de las cataratas y el río Monday, que sigue su camino hacia su desembocadura en el río Paraná. Para mí, esta es la mejor parte de la visita, porque las vistas desde aquí son espectaculares.
Las cataratas tienen unos cuarenta metros de altura y el agua cae a distintos niveles, por lo que el conjunto es muy visual. En la parte alta, se ven todavía los restos de hormigón de lo que debieron de ser unos pilares en un intento de poner una pasarela.

En los miradores inferiores es posible acercarse mucho a la caída de las aguas, por lo que las fotos desde ahí son alucinantes. Está claro que los Saltos del Monday son mucho más pequeños que las Cataratas del Iguazú, pero las comparaciones son odiosas, y yo creo que hay que valorarlas por lo que son, un auténtico espectáculo visual rodeado de selva en un entorno único.
Cuánto tiempo necesitas
Aunque el lugar es maravilloso, es posible que en media jornada, o incluso menos, hayas acabado tu visita. Si te sobra tiempo ese día, tal vez puedas visitar Ciudad del Este, conocer la presa de Itaipú o acabar el día en el Marco de las Tres Fronteras en el lado brasileño, que también son actividades a las que no hace falta dedicarle el día completo.
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