Visitar el barrio de Santa Teresa en Río de Janeiro

Uno de los rincones más pintorescos de Río de Janeiro es el barrio de Santa Teresa. Situado en una posición elevada con vistas envidiables, fue en el pasado una zona rica de la ciudad que con el tiempo se transformó en barrio bohemio. Su atractivo más conocido es el famoso tranvía amarillo, que serpentea por calles inclinadas; pero tiene muchos más.

Casa en el barrio de Santa Teresa

Cómo llegar al barrio de Santa Teresa

El barrio de Santa Teresa se encuentra junto al barrio de Lapa en la parte baja, conectados ambos por la famosa Escalera de Selarón, y junto a la Floresta de Tijuca en la parte alta. Esta zona de la ciudad no tiene metro, por lo que hay que buscar opciones alternativas.

A pie

Unas escaleras en el barrio de Santa Teresa
El barrio tiene muchas pendientes

Aunque el barrio de Santa Teresa está conectado con la zona baja por las escaleras de Selarón, si decides subir por ellas te encontrarás en una zona del barrio con poco interés turístico, ya que el barrio es muy grande. Así, te tocará caminar bastante hasta la zona más bonita, y es una pendiente bastante pronunciada.

Si quieres subir a pie para ver las escaleras de Selarón, te aconsejo mejor que las bajes, en lugar de subirlas.

En el bondinho

Mosaico del Bondinho
Mosaico del Bondinho

A pesar de que en su momento el bondinho de Santa Teresa era un transporte público, hoy ya no lo es: se trata de un tren cuya finalidad es turística, por lo que se forman grandes filas para acceder, incluso de horas, hay pocas frecuencias y no es barato.

El bondinho de Santa Teresa, además, puede transportar aproximadamente a 30 personas a la vez, por lo que la espera para subir puede ser larga. De hecho, en la estación del centro suele haber taxis esperando a los turistas que desisten. Si realmente quieres subir en el bondinho, es mejor hacerlo a primera hora para evitar esperar tanto.

En taxi o uber

Por todo esto, la mejor manera de llegar al barrio de Santa Teresa es subir en taxi o uber, indicando al conductor que te deje en el Largo dos Guimarães, que es el corazón del barrio. Si simplemente indicas que te dejen en Santa Teresa, tal vez te encuentres en una zona menos turística y no sepas muy bien a dónde ir. Consulta nuestro artículo sobre cómo moverse por Río de Janeiro para obtener más información.

Qué ver en el barrio de Santa Teresa

Grafiti de RafaMon en el barrio de Santa Teresa
Grafiti de RafaMon en el barrio de Santa Teresa

En la actualidad, tras haber sido un barrio rico, el barrio ha resurgido como estandarte artístico y de reivindicación política. En Santa Teresa se conservan gran cantidad de edificios coloniales y casas señoriales a las que hoy en día se les da un uso nuevo, como viviendas compartidas o centros culturales.

El barrio de Santa Teresa comparte con Lapa la fama de zona bohemia de Río de Janeiro. La principal diferencia entre ambos barrios es que Lapa es zona de ocio predominantemente nocturno, para salir por la noche, y Santa Teresa tiene muy buen ambiente durante el día.

Largo dos Guimaraes

Santa Teresa es también un barrio en el que se concentra el movimiento artístico y tiene una clara orientación política de izquierdas, que se puede apreciar en la cantidad de banderas y declaraciones políticas estampadas en las paredes, en forma de grafitis y de carteles reivindicativos.

La mejor forma de conocer el barrio de Santa Teresa es callejeando por él, entrando en bares y casas de artesanía y disfrutando del ambiente bohemio general en la calle. Seguramente te encontrarás alguna representación de música o baile en vivo. Nosotros hicimos este freetour para que nos contasen un poco la historia del barrio, ya que nos gusta saber más sobre lo que vemos, y nos encantó.

Largo dos Guimarães

Largo dos Guimaraes

El mejor lugar para empezar una visita a Santa Teresa es el Largo dos Guimaraes, el corazón del barrio. Esta placita y sus alrededores lo tienen todo: antiguas casas coloniales, restaurantes, casas de artesanía, un ambientazo y además por aquí pasa el bondinho, por lo que es la mejor forma de atrapar el aire bohemio del barrio en un solo vistazo.

Aquí paran infinidad de taxis para dejar a los turistas en un batiburrillo de gente que se entrecruza por todas partes. Te recomiendo que te sitúes delante del Cine Santa Teresa y eches un vistazo alrededor. Tal vez veas a algún vendedor ambulante ofreciendo joyas artesanales, o alguien esté tocando música. Es para mí un sitio para recordar.

Bondinho de Santa Teresa

Uno de los elementos más representativos del Barrio de Santa Teresa es su bondinho amarillo, el pequeño tranvía que recorre sus calles.

Bondinho del barrio de Santa Teresa

El tranvía comenzó a funcionar en la segunda mitad del siglo XIX para unir el centro de la ciudad con el barrio, situado en lo alto de un morro. Sirvió de transporte para los habitantes de Santa Teresa hasta su eliminación en 2011, debido a un accidente en el que hubo víctimas.

Posteriormente, en 2015, el sistema se recuperó, esta vez como transporte turístico, conservando su aspecto tradicional y el color amarillo de sus vagones, todo un símbolo de Río de Janeiro.

La estación de inicio se encuentra próxima a la Catedral Metropolitana, en el Centro Histórico de Río de Janeiro. Los tranvías parten cada media hora y tiene una capacidad máxima de 32 pasajeros, por lo que suelen formarse grandes filas para acceder.

Estación de tren del bondinho que sube a Santa Teresa
Estación de tren en el centro

El precio para utilizar el bondinho de Santa Teresa es de 20 reales, y para comprar el billete hay que hacerlo en la estación del centro, llamada Estación Carioca. Se puede pagar con tarjeta de crédito o en efectivo. Para tener información actualizada de precios, puedes consultar su página web.

El recorrido parte del centro, pasa por encima de los emblemáticos Arcos de Lapa, sube por la calle Almirante Alexandrino y llega a varias estaciones en Santa Teresa, pasando también por el Largo dos Guimarães.

Bondinho de Santa Teresa en el Largo dos Guimaraes

La última parada es Dois Irmãos, junto a la favela de Morro dos Prazeres y la Floresta de Tijuca.

La primera vez que visité Río de Janeiro, el bondinho de Santa Teresa estaba en su período de cierre entre 2011 y 2015. La última vez que fui, las filas para entrar eran enormes, así que opté por subir hasta Santa Teresa en uber.

Mi consejo es que solo subas en bondinho si te hace ilusión utilizar este transporte. De lo contrario, es mejor que escojas otras formas de acceder al barrio. Al fin y al cabo, el bondinho es mucho más pintoresco visto desde fuera, adornando las calles…

Casas coloniales

Tal vez una de las características más interesantes del barrio de Santa Teresa es que conserva gran cantidad de casas coloniales, aunque su uso hoy en día es distinto.

Una antigua casa colonial en el barrio de Santa Teresa, en Río de Janeiro

El barrio nació cuando las personas adineradas se fueron desplazando desde el centro a las afueras (lo que entonces eran las afueras de Río de Janeiro). Esto ocasionó que se construyesen gran cantidad de mansiones, haciendas e incluso castillos, que han llegado a la actualidad.

Con el paso de los años y el cambio que fue atravesando el barrio, los caserones y haciendas fueron transformándose por dentro. Se dividieron en varios apartamentos, que pasaron a ser pensiones, repúblicas estudiantiles, alojamientos para artistas o centros culturales.

Si quieres ver alguna de las más vistosas, en la Rua Monte Alegre se conservan unas cuantas, como el Centro Cultural Laurinda Santos Lobo o la Chácara do Viegas. Te recomiendo que dediques un ratito a esta zona y veas qué maravilla de mansiones. Casi parece que viajas en el tiempo estando aquí.

Chácara do Viegas

Chacara do Viegas

Una de las antiguas haciendas más espectaculares en Santa Teresa es la conocida como Chácara do Viegas, testigo atemporal de lo que fue el barrio en su momento.

La fachada está toda recubierta por azulejos con tonos azules traídos de distintos lugares de Europa. En el centro, sobre las ventanas, se puede ver la fecha de construcción de la hacienda: 1873.

La puerta de entrada al terreno está custodiada por dos leones, situados sobre dos columnas. Se dice que los leones custodiaban y protegían los bienes de la familia que vivía en el interior. En la parte superior del edificio también hay varias estatuas, que adornan la fachada.

La Chácara do Viegas nos puede ayudar a imaginarnos cómo era antes Santa Teresa. Muchas de las haciendas se dividieron y los terrenos también fueron desapareciendo, quedando los caserones a pie de calle.

Centro Cultural Laurinda Santos Lobo

Centro Cultural Laurinda Santos Lobo

Aunque cuando yo visité Río de Janeiro por última vez estaba cerrado y en reformas, el Centro Cultural Laurinda Santos Lobo es uno de los edificios más espectaculares del barrio de Santa Teresa.

El centro cultural existe desde 1979 y se sitúa en un edificio que perteneció a una baronesa y posteriormente a un político brasileño, el general Pinheiro Machado.

Es un enorme caserón pintado de rosa que alberga exposiciones, clases de danza, teatro, eventos al aire libre e incluso clases de defensa personal para mujeres.

Aunque el centro cultural lleva el nombre de Laurinda Santos Lobo, ella nunca vivió en esta casa. Sí vivió en otra, que actualmente también es centro cultural: el Palacete Murtinho o Parque das Ruínas.

Laurinda fue una mujer de clase alta, que nació en 1878 y vivió en el barrio de Santa Teresa. Fue conocida por fomentar la vida social y los debates intelectuales y políticos en su casa, por lo que fue fundamental para el desarrollo de la vida cultural en Santa Teresa tal y como se conoce hoy en día. Fue también una gran defensora del derecho al voto femenino.

Si quieres estar al tanto de las actividades del centro cultural, consulta su perfil de Instagram, @laurindasantoslobo.

Castillos del barrio de Santa Teresa

Uno de los castillos de Santa Teresa
Uno de los castillos de Santa Teresa al fondo

Además de caserones y haciendas, los ricos habitantes de Santa Teresa construyeron algún que otro castillo en el barrio, sobre todo en las zonas más elevadas.

Los castillos de Santa Teresa son en realidad espectaculares mansiones con torreones, que recuerdan en su estructura a los antiguos castillos medievales con torres redondas.

Como son patrimonio protegido, los castillos conservan su aspecto exterior intacto. Por dentro han sido transformados en estancias más pequeñas que son apartamentos habitados por artistas o estudiantes.

Castelo Valentim

Castelo Valentim
Castelo Valentim en lo alto de la colina

Tal vez el mayor y más famoso de todos los castillos de Santa Teresa es el conocido como Castelo Valentim. Data de finales del siglo XIX y fue construido en la parte alta del barrio.

Su historia es un poco confusa, aunque se dice que fue levantado por orden de Antônio Valentim. Sus descendientes, para poder mantener la propiedad en pie, lo dividieron en varios apartamentos. Uno de ellos, de hecho, estuvo en alquiler turístico durante un tiempo, aunque la última vez que lo consulté ya no estaba disponible. Lo que sí había era varios apartamentos de uno y dos dormitorios para alquiler tradicional. ¿Cómo lo sé? Pues porque había carteles colgados por el barrio.

Hotel Santa Teresa

Uno de los edificios más refinados actualmente en el barrio es el Hotel Santa Teresa, que ocupa una hacienda de café de 1850. Su bar, al que se puede acceder sin alojarse, refleja el público objetivo del hotel en sus inicios: Bar dos Descasados (Bar de los Solteros).

Actualmente es un hotel de lujo y puede presumir de unas vistas increíbles. Aunque desde fuera poco se puede ver, merece la pena mencionar este lugar por su importancia actual y porque su origen también fue un edificio del siglo XIX. Si buscas ideas de alojamiento, puedes consultar nuestro artículo sobre dónde alojarse en Río de Janeiro.

Iglesia de Santa Teresa

Iglesia de Santa Teresa en el barrio del mismo nombre, en Río de Janeiro

Aunque en la actualidad hay una iglesia dedicada a Santa Teresa en el barrio, no fue esta la que le dio nombre a la zona, ya que la iglesia es más moderna.

La iglesia de Santa Teresa se encuentra en la Rua Áurea, una calle que me pareció encantadora y por la que merece la pena dar un paseo. Si sigues bajando por ella llegarás al bar más antiguo del barrio, el Armazém de S. Thiago o Bar do Gomez.

Una calle empedrada en el barrio de Santa Teresa

El barrio no recibe su nombre de esta iglesia, pero sí de un convento construido en 1750, situado en la Ladeira de Santa Teresa número 52, muy cerca de la Escalera de Selarón y del final de los Arcos de Lapa. Anteriormente, esta colina se llamaba Morro do Desterro.

Si te apetece ver dónde está el convento, puedes aprovechar y bajar por la Ladeira de Santa Teresa hasta las Escaleras de Selarón. El convento se sitúa justo enfrente del primer tramo de escalones. La calle no tiene muy buena pinta, pero yo no tuve ningún problema cuando pasé por ahí. Desde la calle no se aprecia bien, pero puedes ver varias fotos del convento en este enlace.

Armazém São Thiago

Bar do Gomes o Armazem Sao Thiago

Aunque su nombre es Armazém São Thiago, el conocido como Bar do Gomez era antiguamente una tienda almacén. Se inauguró en 1919 y es uno de los bares más antiguos de Río de Janeiro, y probablemente el más antiguo del barrio de Santa Teresa. Actualmente está considerado como patrimonio cultural.

En cuanto entras en el Bar do Gomez, tienes la extrañísima sensación de encontrarte en un bar castizo de España, de esos anclados en el tiempo. Y es que el propietario original que creó el almacén era un emigrante español, dicen que de Santiago de Compostela. Gómez, el que da el apodo al bar, era familiar del propietario original y fue el que lo transformó en lo que es hoy.

Bar do Gomes

Conserva de su pasado como almacén elementos decorativos como balanzas antiguas, la nevera y el mobiliario en general. El techo está lleno de banderines y banderas de distintos países y las paredes están cubiertas de vitrinas con botellas y cuadros con elementos indefinidos.

Carteles reivindicativos en el barrio de Santa Teresa

A lo largo de todo el barrio, si te fijas bien, verás murales y carteles que reivindican elementos como el feminismo o el sistema público de salud (SUS).

Cartel en defensa del sistema público de salud en el barrio de Santa Teresa

Personajes relevantes como Marielle Franco, una activista política que fue asesinada en 2018, son símbolos políticos y reivindicativos que marcan el carácter de izquierdas del barrio y defienden los derechos de las poblaciones menos favorecidas y las minorías.

Este tipo de reivindicación aparece en forma de pequeños carteles, banderas en las ventanas o incluso grandes murales con frases y lemas populares. En el barrio, la política y el arte van de la mano.

Cartel político con reivindicaciones en Río de Janeiro

Cuando estuvimos nosotros por Santa Teresa, RafaMon (Rafaela Montero) era una de las artistas grafiteras que había dejado grandes grafitis políticos en el barrio. Sus obras representan elementos desde la cara de Lula, hasta diseños con flores. Los grafitis pueden ir cambiando, ya que cada época tiene su artista de referencia, pero los temas sociales suelen ser los mismos.

Si te interesa la cara más artística del barrio, te puede interesar el festival anual Arte de Portas Abertas, durante el cual las galerías y talleres abren al público en forma de galerías de arte temporales. Durante este evento, Santa Teresa se llena de vida y arte en las calles. Si no vas durante este evento, puedes igualmente visitar distintas tiendas de artesanía en Santa Teresa, ya que están abiertas todo el año.

Mosaico “Um Bonde para Santa Teresa” del tranvía

Mosaico del Bondinho de Santa Teresa

Este es probablemente el mural más famoso del barrio de Santa Teresa, aunque en realidad es un mosaico. Está situado en la Rua Paschoal Carlos Magno y fue realizado entre 2016 y 2021. Participaron en él 179 artistas de Brasil y del extranjero.

Es un conjunto de representaciones del bondinho de Santa Teresa, creados por distintos artistas de todo el mundo que hicieron su propia versión del mítico tranvía. De hecho, está considerado como una intervención artística colectiva muralista.

Mosaico "Um Bonde para Santa Teresa"

La creadora de la idea fue Andréa Imbiriba, una artista plástica que creía que el bondinho era el alma de Santa Teresa y que sin él al barrio le faltaba algo. Hay que tener en cuenta que, cuando se ideó este mosaico, el bondinho había dejado de funcionar. La artista hizo una convocatoria por redes sociales para solicitar la producción de mosaicos que representansen el tranvía de frente. Se hicieron en total 238 piezas. 228 están en este mural de la Rua Paschoal Carlos Magno. Las 10 restantes están en el Espacio cultural Canto da Carambola. Puedes aprender más sobre el proyecto en esta noticia.

Centro Cultural Parque das Ruínas

Este centro cultural es, seguramente, el edificio más famoso del barrio de Santa Teresa en la actualidad. Lo componen el palacete Murtinho Nobre, antigua residencia de Laurinda Santos Lobo, y el parque que lo rodea.

Parque das Ruínas, antiguo caserón del Barrio de Santa Teresa

Cuando Laurinda vivía, en su casa se reunían artistas e intelectuales, lo que convirtió el lugar en un polo cultural. Tras su muerte, el lugar quedó abandonado hasta que lo adquirió la Secretaría de Cultura, que reformó el caserón, pero respetando su estado ruinoso y creando un lugar nuevo mediante pasarelas metálicas y de vidrio.

Tal vez lo que más me gustó del recinto son las vistas que tiene a la ciudad, ya que cuenta con un mirador hacia la bahía de Guanabara y el Pan de Azúcar y otro mirador al otro lado hacia el Centro Histórico de Río de Janeiro.

Mirador del Parque das Ruínas

Actualmente el Parque das Ruínas se llama Parque Glória Maria, aunque pocos lo conocen así. Glória Maria era una periodista y presentadora de televisión carioca. RafaMon hizo un grafiti con su rostro a la entrada del parque.

Escalera de Selarón

Seguramente la Escalera de Selarón sea el elemento más emblemático del barrio de Santa Teresa y uno de los más conocidos de Río de Janeiro, como el Cristo Redentor o el Real Gabinete Portugués de Lectura. La parte superior está situada junto al convento de Santa Teresa, a unos minutos caminando del Parque das Ruinas. El nombre real de la calle es Rua Manuel Carneiro y la escalera era llamada por el propio artista como Escalera del Convento de Santa Teresa.

Escalera de Selarón, que une el barrio de Santa Teresa con Lapa

Jorge Selarón comenzó a decorar los peldaños de la escalera, que estaba muy próxima a su casa, en 1990 y siguió haciéndole modificaciones hasta el momento de su muerte. Para ello utilizó fragmentos de azulejos cerámicos de distintos colores, aunque predominan el amarillo, el azul y el verde por la bandera de Brasil, así como el rojo en los laterales. Algunos de los azulejos contienen dibujos y formas. Es imposible no pensar en el parque Güell cuando se visitan las escaleras.

Selarón no era brasileño: nació en Chile en 1947. Tras fijar su residencia en Río de Janeiro, comenzó a decorar la escalera y combinaba esta tarea con la pintura de cuadros, que era lo que realmente le daba dinero. Selarón siempre pintaba un tema recurrente: una mujer negra embarazada, que según él formaba parte de un problema personal que tuvo en el pasado.

Uno de los últimos tramos acabados de la Escalera de Selarón
Uno de los últimos tramos acabados de la escalera

El artista nunca llegó a considerar la obra acabada, ya que para él era algo vivo y cambiante. Según afirmaba, la obra solamente se consideraría terminada en el momento de su muerte. Con el paso del tiempo, fue cambiando y añadiendo azulejos traídos de distintas partes del mundo, e incluso invitaba a la gente a enviarle azulejos antiguos para incluirlos en la escalera.

Azulejos añadidos a la Escalera de Selarón en el barrio de Santa Teresa de Río de Janeiro

Jorge Selarón apareció muerto en enero de 2013, quemado, sobre los peldaños de la que fue la gran obra de su vida. Su fallecimiento está rodeado de incógnitas. Se dice que el artista había denunciado amenazas previas, aunque las investigaciones apuntan a que también puede haber sido un suicidio.

Jorge Selarón, inmortalizado para siempre en uno de los azulejos de su escalera
Jorge Selarón en uno de los azulejos de la escalera

La primera vez que visité Río de Janeiro, no fui a ver las escaleras. En esa época Selarón todavía estaba vivo, por lo que tal vez lo hubiésemos encontrado explicando la obra a los turistas, como dicen que le gustaba hacer. Falleció seis meses después.

Dejando de lado la trágica historia del artista y volviendo a los datos prácticos, te aconsejo que, en lugar de subirla, la bajes. Son 215 peldaños, con una longitud de 125 metros y, aunque une Lapa con el barrio de Santa Teresa, arriba todavía queda mucha pendiente por subir para llegar a la zona turística del barrio.

Escalera de Selarón

Dónde comer en Santa Teresa

Nosotros no comimos ni cenamos en el barrio, ya que ese día lo hicimos en el Centro Histórico, pero sí que nos recomendaron algunos restaurantes de Santa Teresa. No los hemos probado, pero dejo aquí igualmente las recomendaciones que nos hizo la guía de nuestro freetour:

  • Bar do Mineiro: este lugar recibió varios premios a la mejor feijoada de Río de Janeiro.
  • Casa Nossa Lounge: era una hacienda antigua y tiene música en vivo. El edificio es muy pintoresco. Parece ser que hay monos que se acercan de vez en cuando a su jardín.
  • Bar Portella: tiene cocina contemporánea y también feijoada, con música en vivo.
  • Armazém São Joaquim: está en un antiguo caserón de 1854 y tiene música en vivo.

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